¿Qué es "Paso de historias"?

El amor, la búsqueda de la propia identidad, los amigos, los padres... cosas de las que no pasas ni tú, ni gente como tú. Y que pase el tiempo que pase, nunca dejan de importarnos.


Capítulo 8: "Amor eterno"



13 de julio de 2009

NO SON HORAS...

La que he liado. Y mira que la misión era de las fáciles. (Mamá una semana y media antes: “Acuérdate de pasar por casa mañana y regar las plantas. Pero acuérdate, ¡eh!) Su insistencia no es gratuita. La prueba está en que he atendido la petición algunos días después. Aunque lo importante es que he ido. He ido y la he liado…


Mi técnica para el regado de plantas es muy práctica (y muchos sé que os reconoceréis): coger la palangana más grande del fregadero
para evitar el agotador ir y venir del baño para el llenado de agua y a continuación, dar entre los cacharros de la cocina con uno pequeño para el regado individual. No había ninguno a mano. Tenía prisa. He acabado escogiendo la “noprecisamentepequeña” jarra del agua. ¡Más rápido iré! Y allá que voy.

Salgo al balcón. Las diez de la noche. Estoy dentro de la normativa. (Por cierto, y esto podríamos tratarlo en un post a parte o igual os da pie en los comentarios: ¿hay una hora correcta para cada actividad? A partir de las diez se puede regar, a partir de las ocho bajar la basura…¿y roncar? A mi vecino alguien debería decirle que de doce a siete de la madrugada está prohibido roncar. ¡Esa agonía os la cuento otro día) A lo que vamos.

Lleno la jarra hasta el tope. Todo bien. Riego dos o tres plantas. Bastante secas, la verdad.










Total que a lo mejor se me ha ido un poco la mano… Ellas no se han quejado. Ellos sí. De repente he empezado a oír unas voces provenientes de la calle: (“¿Está cayendo agua?”) Yo que me escondo. Si ya acabo. Me quedan dos geranios, una de esas largas y las pequeñitas del rincón. Ni me van a ver. Pero claro, la combinación de los elementos sí altera el producto:

Palangana llena + jarra grande + plantas pequeñas+ prisas + diez de la noche = desastre (o lo que es lo mismo: la que se va a liar).

Como era un poco incómodo meter la jarra en la palangana por su tamaño, decido saltarme un paso y regar directamente con el objeto en cuestión. Sí, no hace falta que os diga más. Citando a mi admirado Billy Wilder: “Al público no hay que dárselo todo masticado, como si fuera tonto. A diferencia de otros directores que dicen que dos y dos son cuatro, Lubitsch dice dos y dos... y eso es todo. El público saca sus propias conclusiones.”

Sólo una pista más. De la calle se han empezado a escuchar toda una batería de insultos que no voy a reproducir porque, según la normativa, no son horas ;-)


10 comentarios:

  1. Gene Kelly te lo hubiera agradecido. http://www.youtube.com/watch?v=rmCpOKtN8ME

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  2. Jajjjajajajajja, ¡qué catástrofe tan deliciosa!

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  3. Que casualidad porque yo también acabo de regar las plantas porque mi madre esta de viaje y yo si he ido y venido con un vaso (esos si, bastante grandecito) de la cocina al salón y del salón a la cocina.

    :D

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  4. @cambicio Lo sé, es que el paso de los años nos vuelve menos agradecidos.
    @Mirko ¿Hacemos lista de catástrofes ahora?
    @sideralwish Prueba lo de la palangana, hombre. Con el vaso grande es la combinación perfecta. Es que si no...son demasiados viajes a la cocina ¿no? O eso, o tienes pocas plantas :)

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  5. I les plantes com van? li haure d'explicar a l'Aziz que a tu ja et coneixen i no cal que el coneguin també a elle. En aixo de les plantes sou iguals ;))

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  6. Eva, necesitamos un lugar para poner las catástrofes y despistes. ¿Se te ocurre algun escondrijo? Sobre todo que luego nos acordemos de dónde está, que visto lo visto somos capces de perderlo.

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  7. @anna Las plantas están perfectas. Creo que no necesitan más agua en...pongamos dos meses ;)
    @mirko apunta otro despiste: saliendo del bar donde he comido. Ya he pagado. Me voy y oigo: "pss, pss" Y ya me he girado con la pregunta: "¿Qué me dejo?""Las gafas de sol" Aix...

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  8. Este relato invita a comentarlo -¡disculpa mi demora, he estado ausente!-, pues en él, acaricias con tu varita mágica de escritora dos temas, o mejor dicho, dos lacras que corroen nuestra sociedad i erosionan directamente la calidad de vida de los que la conformamos. Antes si no, creo poder responder a tu pregunta “¿por qué se ha de regar a partir de las 22:00 h.?”... En los últimos años, como ya sabrás, nuestras administraciones están potenciando una campaña para el ahorro de agua; de aquí la ordenanza. Principalmente en épocas estivales, regar a primeras horas de la noche equivale a regar con menos calor, lo que se traduce en una menor evaporación del agua, la planta absorbe más y posteriormente necesita menos.
    ¡Vamos al tajo! Primera lacra: “la prisa”, ¡maldita prisa!, ¿por qué estamos siempre corriendo? Las contrariedades, despropósitos, incidentes, accidentes, barbaridades y atrocidades que provoca tienen que plantearnos forzosa y seriamente un sinfín de cuestiones: ¿por qué corro?, ¿me espera alguien?, ¿llego tarde?, ¿si llego tarde, pasa algo?, ¿si realmente pasa algo, es grave?, ¿veo con claridad los riesgos que genero al correr? Por eso, personalmente, hace ya unos años, decidí acogerme a la siguiente enmienda (no sé porqué lo llamo así): “Vísteme despacio que tengo prisa”.
    Segunda lacra: “la mala convivencia”. No sé muy bien como andáis de esa enfermedad social en la gran ciudad; mi opinión se acerca a que cuando más densificada está la población, mayor afluencia de conflictos y problemas, por lo tanto, el ciudadano tiene más prejuicios, paradójicamente estos le ayudan a tener conciencia de los posibles conflictos que pueden originarse con sus acciones y le proveen de la facultad para autocensurarlas de antemano, o en todo caso, de la suficiente diplomacia para salvar con destreza o simplemente tolerar determinadas acciones ajenas no precisamente poéticas. Cuando más pequeño es el núcleo urbano y menor su población; evidentemente menor será la cantidad de conflictos, pero mayor la envergadura de cada uno de ellos. El acentuado egoísmo y egocentrismo de alguno de sus habitantes origina un conflicto en el que se involucra buena parte, la mayoría, o en algún caso, la totalidad del municipio; es entonces cuando emergen las formas banales, mala educación e irracionalidad; el respeto al prójimo brilla por su ausencia.
    Siguiendo la pincelada de seriedad (los dos temas la merecen), deseo plantear la siguiente reflexión: ¿Quién agrede más a la convivencia… La que moja sin querer al regar sus plantas o el que insulta porqué le han caído unas gotas encima en pleno mes de julio?. Referente al vecino ruidoso….S.C.
    ¿Me he pasado, no?... A las 04:00 h. de la mañana me ha despertado el gallo del vecino, posee una mini-granja incrustada en su casa donde tiene pollos, gallinas, un gallo… o dos y otras aves. ¿Qué hago... Voy a cantarle las cuarenta y a consecuencia creo un conflicto vecinal o me enrollo en este bloc para más adelante acercarme a su casa y hablar educadamente de mi insomnio?

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  9. @Joan, Prefiero que te "desestreses" en este blog y esperamos entre todos pacientemente a devolverle al vecino de la granja la jugada. Y no, no nos cargaremos al gallo, él no tiene la culpa de nada :)
    Pero el tema de los reglamentos/ordenanzas no son temas nuevos, son cosas con las que yo ya crecí, no sé ni quien me las dijo ni cuándo pero son normas que como ciudadano de la tierra parece que "has de saber", que las cumplas o no ya es otra cosa...

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  10. ¡Estoy de acuerdo contigo! Aunque creo que ordenanzas a parte, es el sentido común basado en el respeto al vecino o conciudadano el que tiene que imperar; lamentablemente, observo con impotencia su elocuente decadencia.

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